sábado, 11 de marzo de 2023

Renovación socio-política

Lo más esencial de esta reflexión ha sido publicado en una carta al director de El Debate, el 11 de marzo de 2023.


La solución a la progresiva degradación política y social española -inserta en la de Occidente-, podrá partir de nuestras raíces más auténticamente evangélicas, pero nunca contribuyendo a la polarización izquierda-derecha. La dialéctica tribal derecha vs. izquierda funciona como un arma de manipulación masiva, y en España es especialmente tóxica: ya nos llevó a una guerra. 

Izquierdas y derechas parecen responder a dos tipos “psicológicos” de persona, de ahí su éxito. Hay personas más proclives a la derecha (orden, tradición) y otras más a la izquierda (cambio, compasión). Sin embargo, estos estilos no son antagónicos, sino complementarios. Ambos temperamentos y visiones se necesitan mutuamente. Es un gran lastre la polarización que alimenta el estereotipo y la etiqueta, de forma que los de izquierdas son unos sinvergüenzas inmorales y toda su preocupación social es falsa, mientras los de derechas son pijo-fachas sin escrúpulos que quieren mantener sus privilegios. La mayoría de las personas que votan a la izquierda y la derecha no son imbéciles ni malvados. Por ejemplo, es muy llamativo y positivo que hayan sido sectores de la izquierda quienes hayan defendido un orden justo contra los vientres de alquiler o la prostitución. Por otra parte, es curioso que sean sectores de la derecha quienes alertan contra las imposiciones del nuevo orden mundial, la dictadura internacional del dinero.

Es preciso extraer y reunir lo más sólido y justo de los discursos de derechas e izquierdas: la defensa de la familia, la atención prioritaria a los más desfavorecidos, la protección de la vida humana desde la concepción, la defensa de la sanidad y los servicios públicos, la seguridad social, la escuela y universidad para todos, la libertad de educación y religiosa, la justicia social e internacional. También es necesario un nuevo estilo de hacer política, que no contribuya a la confrontación ni a la polarización, sino que promueva el encuentro y la sinergia con todos, en cuestiones en las que sea posible. Una cuestión polarizada es una cuestión perdida; se cierran filas y no se buscan soluciones.  

Además, España tiene un importante reto identitario en Cataluña y el País Vasco, y eso no se solucionará con mano dura ni simplismos, sino con diálogo, equilibrio y convivencia, algo nada fácil ni rápido. En cuanto al reto inmigratorio, responde a la oculta injusticia de que nuestra riqueza se sustenta sobre el empobrecimiento de otros. Por eso su solución es difícil y profunda, pero mientras hay que trabajar por una verdadera integración social y cultural, dentro de la diversidad de todos los que vivimos en España.

Una solución así tendría importantes enemigos, porque gran parte la degradación política y social actual responde a grandes intereses internacionales, nada democráticos. Pero sus falsas ofertas de justicia y libertad, que arrastran a muchos a su servicio por medio de las ideologías, solo se pueden combatir promoviendo verdaderamente la justicia y la libertad, dejándoles en evidencia ante nuestros conciudadanos, como hizo Lech Walesa con Solidaridad frente al comunismo soviético.

Emilio Jesús Alegre del Rey

No hay comentarios:

Publicar un comentario